Esta actividad se fue haciendo cada vez más grande. Al comienzo iríamos únicamente los Rotaract del nuestro Club, pero surgieron ideas de compartir esta bendición llevando a más amigos. Al final, eramos tantos los adultos voluntarios que igualamos la cantidad de niños del Centro; 50 personas asistimos a esta preciosa actividad.
Nos acompañaron el Club Rotaract San Migvel de Heredia, quienes llevaron un exquisito arroz con pollo que ellos prepararon con mucho cariño, desconociamos su arte culinario pero fue una muy agradable sorpresa la que nos llevamos.
También nos honramos con la presencia de los talentosos maestros de arte del Club Rotario West Village Sunrise de California, quienes trajeron consigo flautas hechas a mano de bambú, las cuales fueron obsequiadas a los niños quienes gracias a las clases aprendieron a ejecutar estos lindos instrumentos. Cada flauta llevaba dentro una notita con el nombre del niño que fabricó cada una de ellas.
Nuestra celebración aún se puso mejor, el grupo Baobab quiso llevar su percusión a nuestros niños. Este grupo famoso por amenizar las fiestas de carnaval, nos acompaño jugando con los niños y por supuesto ofreciendo el baile al ritmo de los tambores. Los niños nunca habian estado cerca de un show así, lo disfrutaron mucho.
Los niños comieron delicioso pastel, como es de costumbre obsequiado por Panadería Basilios, que siempre colabora con nuestras actividades. Recibieron juguetes cortesía de: Club Rotario de Tegucigalpa, Comité de Damas Rotarias y Garsol.
Y dado la locación del Rancho NPH y el clima mayormente frío, también conseguimos gracias a donaciones de muchos amigos, llevar gorritos a todos los chiquitines, quienes muy felices y calientitos no dejaban de agradecer.
Pintaron, cantaron, jugaron, reventaron piñata, recibieron juguetes, confites, bailaron y nosotros nos divertimos tanto y nos trajimos la mejor bendición con todos sus abrazos.
Para que conozcan a las principales cómplices de este enorme proyecto:
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